martes, 11 de noviembre de 2008

Un día en el país 'Más raro que un perro verde'

Me acuesto como un día cualquiera, pero no me levanto como siempre. De pronto me doy cuenta que mi cama es redonda y la puerta de mi cuarto está abombada. Las paredes también lo están. Si me fijo con detalle, éstas se transparentan un poco. No me quiero volver loco, así que intento mantener la calma e ir a la cocina a por un vaso de leche. Al salir de mi cuarto observo que todos los muebles y objetos son ahora de plastilina. Hay luces de colores brillando por todas partes. En la cocina las palomitas decoran cada rincón, en vez de agua por los grifos sale coca-cola, y las galletas están hechas de nubes.

Los azulejos me sonríen y el suelo parece no ser uniforme. Me asomo a la terraza para comprobar que ha sido una invasión extraterrestre, pero no puedo ver nada, está nevando. ¡¡Qué miedo!! Me preparo un vaso de salsa de menta y me vuelvo a la cama. Al entrar en mi cuarto veo que ésta se encuentra en el techo. Pego un salto y sin darme cuenta estoy tumbado sobre ella. Me arropo, sonrío y me vuelvo a quedar dormido. No son cosas de setas ojo, lo que pasa es que siempre imaginé cómo sería vivir en una bola de Navidad.

1 comentarios:

Kwak dijo...

Jajajaja, pues las setas son lo primero en lo que he pensado! xD

Y este cambio de look blogueril?? Los colores te pegan, pero tienes que personalizarlo un poquito, eh?

Un abrazo!

Kwak